domingo, 22 de marzo de 2009

El Nombre de los Elementos Químicos y su Origen

Los nombres de los elementos proceden de sus nombres en griego, latín, inglés o llevan el nombre de su descubridor o ciudad en que se descubrieron.
  • Hidrógeno (H): del griego ‘engendrador de agua’.
  • Helio (He): de la atmósfera del Sol (el dios griego Helios). Se descubrió por primera vez en el espectro de la corona solar durante un eclipse en 1868, aunque la mayoría de los científicos no lo aceptaron hasta que se aisló en la Tierra.
  • Litio (Li): del griego lithos, roca de color rojo muy intenso a la flama
  • Berilio (Be) de beriio, esmeralda de color verde
  • Boro (B): del árabe buraq.
  • Carbono (C): carbón.
  • Nitrógeno (N): en griego nitrum, ‘engendrador de nitratos
  • Oxígeno (O): en griego ‘engendrador de óxidos’ (oxys).
  • Flúor (F): del latín fluere.
  • Neón (Ne): nuevo (del griego neos).
  • Sodio (Na): Del latín sodanum (sosa). El símbolo Na viene del latín nátrium (nitrato de sodio)color amarillo a la flama
  • Magnesio (Mg): de Magnesia, comarca de Tesalia (Grecia).
  • Aluminio (Al): del latín alumen.
  • Silicio (Si): del latín sílex, sílice.
  • Fósforo (P) del griego phosphoros, ‘portador de luz’ (el fósforo emite luz en la oscuridad porque arde al combinarse lentamente con el oxígeno del aire).
  • Azufre (S) del latín sulphurium.
  • Cloro (Cl) del griego chloros (amarillo verdoso).
  • Argón (Ar) del griego argos, ‘inactivo’ (debido a que los gases nobles son poco reactivos).
  • Potasio (K): del inglés pot ashes (‘cenizas’), ya que las cenizas de algunas plantas son ricas en potasio. El símbolo K proviene del griego kalium.
  • Calcio (Ca) del griego calx, ‘caliza’. La caliza está formada por Ca2CO3.
  • Escandio (Sc) de Scandia (Escandinavia).
  • Titanio (Ti): de los Titanes, los primeros hijos de la Tierra según la mitología griega.
  • Vanadio (V): de diosa escandinava Vanadis.
  • Cromo (Cr): del griego chroma, ‘color’.
  • Manganeso (Mn): de magnes, magnético.
  • Hierro (Fe): del latín ferrum.
  • Cobalto (Co): según una versión, proviene del griego kobalos, ‘mina’. Otra versión dice que proviene del nombre de un espíritu maligno de la mitología alemana.
  • Níquel (Ni): proviene del término sueco koppar nickel y del alemán kupfer nickel, ‘cobre del demonio Nick’ o cobre falso (metal que aparece en las minas de cobre, pero no es cobre).
  • Cobre (Cu): de cuprum, nombre de la isla de Chipre.
  • Zinc (Zn): del alemán zink, que significa origen oscuro.
  • Galio (Ga): de Gallia (nombre romano de Francia).
  • Germanio (Ge): de Germania (nombre romano de Alemania).
  • Arsénico (As): arsenikon, oropimente (auripigmentum) amarillo.
  • Selenio (Se):de Selene (nombre griego de la Luna).
  • Bromo (Br): del griego bromos, ‘hedor’.
  • Kriptón (Kr): del griego kryptos, ‘oculto, secreto’.
  • Rubidio (Rb): del latín rubidius, rojo muy intenso (a la llama).
  • Estroncio (Sr): de Strontian, ciudad de Escocia.
  • Itrio (Y): de Ytterby, pueblo de Suecia.
  • Circonio o Zirconio (Zr): del árabe zargun, ‘color dorado’.
  • Niobio (Nb): de Níobe (hija de Tántalo).
  • Molibdeno (Mo): de molybdos, ‘plomo’. (Al parecer, los primeros químicos lo confundieron con mena de plomo).
  • Tecnecio (Tc): de technetos, ‘artificial’, porque fue uno de los primeros sintetizados.
  • Rutenio (Ru): del latín Ruthenia (nombre romano de Rusia).
  • Rodio (Rh): del griego rhodon, color rosado.
  • Paladio (Pd): de la diosa griega de la sabiduría, Palas Atenea.
  • Plata (Ag): del latín argéntum.
  • Cadmio (Cd): del latín cadmia, nombre antiguo del carbonato de zinc. (Probablemente porque casi todo el cadmio industrial se obtiene como subproducto en el refinado de los minerales de zinc).
  • Indio (In): debido al color índigo (añil) que se observa en su espectro.
  • Estaño (Sn): del latín stannum.
  • Teluro (Te): de tel-lus, ‘tierra’.
  • Antimonio (Sb): del latín antimonium. El símbolo Sb, del latín stibium.
  • Yodo (I): del griego iodes, violeta.
  • Xenón (Xe): del griego xenon, ‘extranjero, extraño, raro’.
  • Cesio (Cs): del latín caesius, color azul celeste.
  • Bario (Ba): del griego barys, ‘pesado’.
  • Lantano (La): del griego lanthanein, ‘yacer oculto’.
  • Cerio (Ce): por el asteroide Ceres, descubierto dos años antes. El cerio metálico se encuentra principalmente en una aleación de hierro que se utiliza en las piedras de los encendedores.
  • Praseodimio (Pr): de prasios, ‘verde’, y dídymos, ‘gemelo’.
  • Neodimio (Nd): de neos-dýdimos, ‘nuevo gemelo (del lantano)’.
  • Prometio (Pm): del dios griego Prometeo.
  • Europio (Eu): de Europa.
  • Gadolinio (Gd): del mineral gadolinita, del químico finlandés Gadolin.
  • Terbio (Tb): de Ytterby, pueblo de Suecia.
  • Disprosio (Dy): del griego dysprositos, de difícil acceso.
  • Holmio (Ho): del latín Holmia (nombre romano de Estocolmo).
  • Tulio (Tm): de Thule, nombre antiguo de Escandinavia.
  • Lutecio (Lu): de Lutecia, antiguo nombre de París.
  • Hafnio (Hf): de Hafnia, nombre latín de Copenhague.
  • Tantalio (Ta): de Tántalo, un personaje de la mitología griega.
  • Wolframio (W): del inglés wolfrahm; o Tungsteno, del sueco tung sten, ‘piedra pesada’.
  • Renio (Re): del latín Rhenus (nombre romano del río Rin).
  • Osmio (Os): del griego osme, olor (debido al fuerte olor del OsO4).
  • Iridio (Ir): de arco iris.
  • Platino (Pt): por su similitud a la plata (cuando en 1748 Antonio de Ulloa lo encontró en una expedición lo llamó "platina").
  • Oro (Au): de aurum, aurora resplandeciente
  • Mercurio (Hg): su nombre se debe al planeta del mismo nombre, pero su abreviatura es Hg porque Dioscórides lo llamaba «plata acuática» (en griego hydrárgyros, hydra: ‘agua’, gyros: ‘plata’).
  • Talio (Tl): del griego thallos, tallo, vástago o retoño verde.
  • Plomo (Pb): del latín plumbum.
  • Bismuto (Bi): del alemán weisse masse, masa blanca.
  • Polonio (Po): de Polonia, en honor al país de origen de Marie Curie, codescubridora del elemento, junto con su marido Pierre.
  • Astato (At): del griego astatos, inestable.
  • Radón (Rn): del inglés radium emanation (‘emanación radiactiva’).
  • Francio (Fr): de Francia.
  • Radio (Ra): del latín radius, ‘rayo’.
  • Actinio (Ac): del griego aktinos, ‘destello o rayo’.
  • Torio (Th): de Thor, dios de la guerra escandinavo.
  • Protactinio (Pa): del griego protos (primer) y actinium.
  • Uranio (U): del planeta Urano.
  • Neptunio (Np): del planeta Neptuno.
  • Plutonio (Pu): del planetoide Plutón.
  • Americio (Am): de América.
  • Curio (Cm): en honor de Pierre y Marie Curie.
  • Berkelio (Bk): de Berkeley, donde se encuentra una importante universidad californiana.
  • Californio (Cf): del estado estadounidense de California.
  • Einstenio (Es): en honor de Albert Einstein.
  • Fermio (Fm): en honor de Enrico Fermi.
  • Mendelevio (Md): en honor al químico ruso Dmitri Ivánovich Mendeléiev, precursor de la actual tabla periódica.
  • Nobelio (No): en honor de Alfred Nobel.
  • Lawrencio (Lr): en honor de E. O. Lawrence.
  • Rutherfordio (Rf):en honor a Ernest Rutherford, científico colaborador del modelo atómico y física nuclear.
  • Dubnio (Db): en honor al Joint Institute for Nuclear Research, un centro de investigación ruso localizado en Dubna.
  • Seaborgio (Sg): en honor a Glenn T. Seaborg.
  • Bohrio (Bh): en honor a Niels Bohr.
  • Hassio (Hs): se debe al estado alemán de Hesse en el que se encuentra el grupo de investigación alemán Gesellschaft für Schwerionenforschung (GSI).
  • Meitnerio (Mt): en honor a Lise Meitner, matemática y física de origen austríaco y sueco.
  • Darmstadtio (Ds): en honor al lugar donde fue descubierto, Darmstadt, en donde se localiza el GSI.
  • Roentgenio (Rg): en honor a Wilhelm Conrad Roentgen, descubridor de los rayos X.
  • Copernicio (Cn): en honor a Nicolás Copérnico, astrónomo polaco formulador de la teoría heliocéntrica.
  • Flerovio (Fl): en honor a Georgi Flerov, físico nuclear soviético
  • Livermorio (Lv): en honor al Lawrence Livermore National Laboratory
A partir del número atómico 112, se nombra a los elementos con la nomenclatura temporal de la IUPAC, en la que a cada elemento le corresponde como nombre su número en latín.

http://www.pliegosdeyuste.eu/n4pliegos/juanhernandez.pdf

http://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&ved=0CD4QFjAB&url=http%3A%2F%2Fzeth.ciencias.uchile.cl%2F~ngallo%2FIsaacAsimov%2FAsimov%2520Isaac%2520-%2520La%2520busqueda%2520de%2520los%2520elementos.doc&ei=8XUyUbbeM4Lr0gGcq4G4DA&usg=AFQjCNGtRCRf2W8ge1nsPJX_dN1APIbKgw&sig2=PR--ScPuLZXDbofPmrybgQ&bvm=bv.43148975,d.dmQ

Importancias de los Elementos Químicos Para los Seres Vivos

Bioelementos
Los elementos de la vida Todos los seres vivos están constituidos, cualitativa y cuantitativamente por los mismos elementos químicos. De todos los elementos que se hallan en la corteza terrestre, sólo unos 25 son componentes de los seres vivos . Esto confirma la idea de que la vida se ha desarrollado sobre unos elementos concretos que poseen unas propiedades físico-químicas idóneas acordes con los procesos químicos que se desarrollan en los seres vivos.
Se denominan elementos biogénicos o bioelementos a aquellos elementos químicos que forman parte de los seres vivos. Atendiendo a su abundancia (no importancia) se pueden agrupar en tres categorías:
  1. Bioelementos primarios o principales: C, H, O, N
    Son los elementos mayoritarios de la materia viva, constituyen el 95% de la masa total.
    Las propiedades físico-químicas que los hacen idóneos son las siguientes:
    1. Forman entre ellos enlaces covalentes, compartiendo electrones
    2. El carbono, nitrógeno y oxígeno, pueden compartir más de un par de electrones, formando enlaces dobles y triples, lo cual les dota de una gran versatilidad para el enlace químico
    3. Son los elementos más ligeros con capacidad de formar enlace covalente, por lo que dichos enlaces son muy estables.
    4. A causa configuración tetraédrica de los enlaces del carbono, los diferentes tipos de moléculas orgánicas tienen estructuras tridimensionales diferentes .
      Esta conformación espacial es responsable de la actividad biológica.

    5. Las combinaciones del carbono con otros elementos, como el oxígeno, el hidrógeno, el nitrógeno, etc.,
      permiten la aparición de una gran variedad de grupos funcionales que dan lugar a las diferentes familias de sustancias orgánicas . Estos presentan características físicas y químicas diferentes, y dan a las moléculas orgánicas propiedades específicas, lo que aumenta las posibilidades de cración de nuevas moléculas orgánicas por reacción entre los diferentes grupos.
    6. Los enlaces entre los átomos de carbono pueden ser simples (C - C), dobles (C = C) o triples.

       











      lo que permite que puedan formarse cadenas más o menos largas, lineales, ramificadas y anillos.
    • Bioelementos secundarios S, P, Mg, Ca, Na, K, Cl
      Los encontramos formando parte de todos los seres vivos, y en una proporción del 4,5%.


Azufre
Se encuentra en dos aminoácidos (cisteína y metionina) , presentes en todas las proteínas. También en algunas sustancias como el Coenzima A
Fósforo
Forma parte de los nucleótidos, compuestos que forman los ácidos nucléicos. Forman parte de coenzimas y otras moléculas como fosfolípidos, sustancias fundamentales de las membranas celulares. También forma parte de los fosfatos, sales minerales abundantes en los seres vivos.
Magnesio
Forma parte de la molécula de clorofila, y en forma iónica actúa como catalizador, junto con las enzimas , en muchas reacciones químicas del organismo.
Calcio
Forma parte de los carbonatos de calcio de estructuras esqueléticas. En forma iónica interviene en la contracción muscular, coagulación sanguínea y transmisión del impulso nervioso.
Sodio
Catión abundante en el medio extracelular; necesario para la conducción nerviosa y la contracción muscular
Potasio
Catión más abundante en el interior de las células; necesario para la conducción nerviosa y la contracción muscular
Cloro
Anión más frecuente; necesario para mantener el balance de agua en la sangre y fluído intersticial

Oligoelementos

Se denominan así al conjunto de elementos químicos que están presentes en los organismos en forma vestigial, pero que son indispensables para el desarrollo armónico del organismo.
Se han aislado unos 60 oligoelementos en los seres vivos, pero solamente 14 de ellos pueden considerarse comunes para casi todos, y estos son: hierro, manganeso, cobre, zinc, flúor, iodo, boro, silicio, vanadio, cromo, cobalto, selenio, molibdeno y estaño. Las funciones que desempeñan, quedan reflejadas en el siguiente cuadro:

Hierro
Fundamental para la síntesis de clorofila, catalizador en reacciones químicas y formando parte de citocromos que intervienen en la respiración celular, y en la hemoglobina que interviene en el transporte de oxígeno.
Manganeso
Interviene en la fotolisis del agua , durante el proceso de fotosíntesis en las plantas.
Iodo
Necesario para la síntesis de la tiroxina, hormona que interviene en el metabolismo
Flúor
Forma parte del esmalte dentario y de los huesos.
Cobalto
Forma parte de la vitamina B12, necesaria para la síntesis de hemoglobina .
Silicio
Proporciona resistencia al tejido conjuntivo, endurece tejidos vegetales como en las gramíneas.
Cromo
Interviene junto a la insulina en la regulación de glucosa en sangre.
Zinc
Actúa como catalizador en muchas reacciones del organismo.
Litio
Actúa sobre neurotransmisores y la permeabilidad celular. En dosis adecuada puede prevenir estados de depresiones.
Molibdeno
Forma parte de las enzimas vegetales que actúan en la reducción de los nitratos por parte de las plantas.



El Oxígeno: Bioelemento Indispensable en las Funciones Vitales de los Seres Vivos

Desde nuestro nacimiento, efectuamos un proceso fundamental para nuestra vida del que ni siquiera nos percatamos. De manera involuntaria, nuestros pulmones se llenan de aire continuamente para capturar el oxígeno necesario, que permitirá la respiración celular y el desarrollo y funcionamiento de todo nuestro organismo. Incluso, cuando estamos durmiendo, el sistema respiratorio trabaja sin descanso.
Si bien el intercambio gaseoso o hematosis (donde se realiza el traspaso de O2 y CO2) ocurre directamente en los alvéolos pulmonares, las vías respiratorias son el camino perfecto para conducir el aire inspirado hacia los pulmones.
El recorrido del aire
Si bien la ventilación (respiración) pulmonar es un proceso automático y constante, cada vez que respiramos se ponen en acción una serie de estructuras especializadas que facilitan el viaje del aire. Porque la respiración no sólo implica inspirar profundamente el aire que nos rodea; el verdadero intercambio, donde aprovechamos el oxígeno y desechamos el dióxido de carbono, ocurre a nivel pulmonar, específicamente, en los alvéolos pulmonares.
Al momento de inspirar, el aire ingresa por nuestra nariz (también lo puede hacer por la boca), donde se calienta, humedece y limpia. Luego, pasa por la faringe, donde encuentra un verdadero filtro, que intercepta y destruye los organismos patógenos: las amígdalas.
Una vez superada esta barrera inmunológica, el aire prosigue su recorrido por la laringe y luego por la tráquea.
Esta última estructura es un verdadero tubo elástico que, al final de su recorrido, se divide en los dos bronquios que ingresan a los pulmones. Cada bronquio se ramifica al igual que un árbol, terminando en unos sacos elásticos, destino final del aire inspirado. Estas pequeñas estructuras, denominadas alvéolos pulmonares, son las encargadas de realizar el efectivo intercambio gaseoso. Con una apariencia similar a un racimo de globos, cada vez que inspiramos se llenan de aire, aprovechando el oxígeno y desechando el dióxido de carbono.
Un proceso continuo, automático, con diferentes etapas, pero tan rápido que muchas veces ni alcanzamos a percatarnos de él. Una verdadera ruta del aire.
Intercambio gaseoso
Ya dijimos que la respiración es un proceso mucho más complejo que el solo hecho de inspirar por la nariz. Incluso, el transporte de oxígeno hacia todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo implica el trabajo no sólo del sistema respiratorio, sino también del cardiovascular.
En capítulos anteriores vimos cómo la sangre es el verdadero medio de transporte y recolección de los gases involucrados en la respiración.
Ahora conoceremos la "estación de carga y descarga" de estas moléculas, lugar de intercambio del oxígeno y dióxido de carbono.
El aire inspirado finaliza su viaje en los alvéolos pulmonares. Cada alvéolo se encuentra adaptado para recibirlo y contenerlo, mientras dura la hematosis. Su membrana posee una gran superficie y, además, están rodeados por una enorme cantidad de capilares que, a través del proceso de difusión, capturan el oxígeno y eliminan el dióxido de carbono.
Cuando el aire ingresa a cada alvéolo pulmonar contiene, aproximadamente, un 20,8% de oxígeno, un 0,04% de dióxido de carbono, un 78,6% de nitrógeno y un 0,56% de vapor de agua. Estando en la cavidad alveolar, el oxígeno se dirige hacia los capilares para ser transportado por los glóbulos rojos hacia todas las zonas y tejidos de nuestro cuerpo. Sin embargo, para ser más precisos, el oxígeno se carga y es transportado en una molécula alojada en los glóbulos rojos: la hemoglobina.
Esta es la que se encarga de capturar las moléculas de oxígeno y llevarlas a cada célula que lo requiera. Desde los capilares, los alvéolos pulmonares, además, reciben al principal desecho de la respiración celular, el dióxido de carbono. Mediante la espiración (expulsión de aire desde los pulmones) este compuesto gaseoso es liberado hacia el exterior de nuestro organismo. En esta etapa, claramente ha cambiado la composición gaseosa del aire que ingresó por las vías aéreas.
El aire exhalado contiene el mismo porcentaje de nitrógeno (78,6%), pero aumentan los niveles de dióxido de carbono (4%) y vapor de agua (1,8%). Lógicamente, la cantidad de oxígeno expulsado disminuye (15,6%).